Nunca dejes que te humillen…

Dice un poema que: ¡nadie es más ni menos que nadie! Todos somos exactamente iguales, tal vez algunos tengan más posesiones materiales  y otros tengan más posesiones sentimentales y morales así no tengan ni un céntimo en los bolsillos, desafortunadamente algunas personas con posesiones materiales y posiciones económicas creen y peor aún se creen con el derecho de humillar y pisotear al resto de personas que no gozan de esos privilegios, lo cierto es que somos lo que hemos creado de nosotros mismos aquí y en cualquier parte del mundo seremos las mismas personas y eso nadie nos lo vas a quitar, somos personas con defectos y cualidades, a veces mejores y a veces peores, pero únicos e irrepetibles, sin embargo siempre existirán personas que nos humille o nos haga sentir menos que los demás, que de una u otra forma nos pisotean en nuestro pensamiento o en nuestros sentimientos e incluso en nuestra integridad. ¡Nunca dejes que te humillen!, es en estas situaciones donde debe salir nuestra fuerza de voluntad y carácter para demostrar que a pesar de nuestros propios errores somos importantes para el mundo, para la gente que nos ama pero sobre todo para nosotros mismos.

Eres único…

Tenemos que aprender a vivir con que nadie es perfecto y que todos tenemos virtudes y defectos, pero principalmente en que todos cometemos errores o sino “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.   Teniendo esto claro y siendo conscientes que en la vida tenemos capacidades para unas cosas mientras que otras se nos dificultan o muchas veces se nos imposibilitan,  Lo más importante es que nunca dejes que te humillen, ni te hagan sentir menos gracias a tus incapacidades o a tus errores y antes de buscar la aceptación de los demás debes aceptarte tal y como eres y aprender que los errores, los defectos y las incapacidades que tienes son parte de tu ser único y que así como eres, eres pieza fundamental del complejo engranaje del universo, por eso fija tu atención en ti mismo, se consiente de lo que piensas, sientes, deseas y haces, recuerda que  nadie tiene derecho a juzgarte, discriminarte o mucho menos faltarte al respeto así como tú tampoco tienes el derecho de hacer lo mismo.

Perdonar por nosotros no por los demás… 

En todos los aspectos de nuestra vida el perdón es el sentimiento más sublime que podamos tener, pero no por los demás porque la  mayoría de las veces las personas que nos hieren no les importa el daño que hayan podido causarnos, es aprender a perdonar por nosotros mismos, por nuestra tranquilidad y nuestra propia paz, pero sin permitir que esas personas nos vuelvan a lastimar ni permitir que otras personas abran las heridas que el tiempo se ha encargado de cicatrizar. Muchas veces debemos enfrentarnos a momentos, situaciones y personas difíciles que intentan pisotearnos y humillarnos y que nos hacen dudar de nosotros mismos y de nuestra propia fuerza para superar todos los obstáculos que nos pone la vida,  sin embargo son estos momentos, situaciones y personas las que nos deben motivar para demostrarnos a nosotros mismos que a pesar de las debilidades tenemos la fuerza suficiente para llegar a cumplir las metas que nos propongamos en la vida.