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No sé si por influencia o por decisión propia pero nos hemos creado el mal pensamiento que para ser felices y vivir en paz, debemos estar acompañados y malgastamos parte de nuestra vida buscando esa compañía que supuestamente nos va a suplir esos estados de tranquilidad, creemos que el mejor estado de la vida es estar enamorados aunque no estemos bien en nuestro interior.
Vemos el amor como una necesidad y lo convertimos en un salvavidas, un escape y en un anhelo desesperado de compañía, pero el amor NO siempre lo justifica todo y mucho menos justifica abandonarnos nosotros mismos, olvidamos que el amor muchas veces no es verdadero y dejamos que el miedo a la soledad nos sumerja en relaciones dañinas que nos roban la paz y la tranquilidad que tanto buscamos.
Solo tenemos dos opciones, mirar a atrás, aceptar y conformarnos con ser las víctimas de nuestra propia desdicha y de la vida que nosotros mismos hemos creado o mirar adelante y desechar todas las creencias que no nos dejan ser felices ni estar en paz con nosotros mismos.
Recuerda que la vida es un río revuelto y tormentoso por el que navegamos en medio de falsos amores, amigos hipócritas y verdaderos enemigos y es por eso que nunca debemos olvidar quienes somos, de que somos capaces y que estamos dispuestos a hacer para encontrar la paz y la felicidad en nosotros mismos y que tanto buscamos en los demás, como si ellos tuvieran la obligación de vivir por nosotros.
Para poder vivir en paz con el mundo entero, primero tenemos que vivir en paz con nosotros mismos, al fin y al cabo, vivir en paz no es estar lejos de la tormenta sino estar en paz dentro de la tormenta.
