Todo o nada...

La vida es una gran apuesta donde algunas veces perdemos y otras ganamos, pero sin importar cuantas veces tengamos que apostar, siempre debemos apostarlo todo por lo que queremos, no hay medio ganadores o medio perdedores y en la vida es igual, no hay puntos intermedios, simplemente eres o no eres, amas o no amas, estás o no estas, simplemente es todo o nada.

Teniendo esto claro, no tenemos porqué seguir siendo la indecisión de otra persona, nadie merece ser la segunda opción ni el premio de consolación de los demás, nadie merece entregar el corazón a quien no tiene espacio para recibirlo, ni que lo humillen y lo traten como algo que se puede desechar cuando ya no sirve, nadie merece amores a medias.

Ni el amor ni la amistad son sentimientos de un rato o de un turno de hoy si y mañana no y tampoco deben estar basados en promesas vacías de personas hipócritas y mediocres que no tiene el valor de amarse a sí mismas y mucho menos van a tener el valor de amar a otros.

Nos acostumbramos a que el mundo está lleno de personas con la mala costumbre de amar a medias y a utilizar los sentimientos de las otras personas para sus propios intereses o para su propia satisfacción y cuando esos objetivos cambian simplemente desechan los sentimientos del momento y se van sin importar el daño que puedan causar a quien confió en ellos.

No somos el medio amor de nadie, ni tenemos por que ir por ahí aceptando amistades a medias, tampoco somos perfectos, somos reales y únicos y a pesar de los mil defectos que podamos tener también tenemos mil cualidades que debemos valorar, tal vez para algunas personas somos como esos libros que a casi nadie le gusta leer, aparentemente aburridos y muchas veces ni siquiera se dan cuenta de nuestra presencia, pero no por eso tenemos que aceptar sentimientos a medias ni recibir las sobras de nadie, porque así como lo entregamos todo, simplemente, lo merecemos todo.