Mi alma está cansada...

Que difícil es la vida a veces...

Hay momentos que recuerdo todo lo que ha pasado en mi vida,  lo que he querido hacer y hasta lo que he dejado de hacer, recuerdo también que lo he intentado todo, trato de estar bien, río, me divierto y hasta cantó, pero en el fondo siento un vacio que no desaparece aunque esté riendo a carcajadas.

Pensaba que eran momentos de tristeza o depresión de una vida rota, vacia y desgastada, llena de miedos e inseguridades, pero simples momentos que pasaran rápido, mientras intento olvidar esas angustias del corazón, que sin razón me mantienen al borde de las lágrimas, pero no de esas lágrimas que se lloran, sino de las que se reprimen, lágrimas del alma, lágrimas de un alma cansada que espera el amanecer después de tantas guerras libradas en la oscuridad, cansada de recorrer caminos solitarios en busca de un poco de dulzura después  de tantos tragos amargos, cansada de mis pensamientos y sentimientos destructivos y hasta de las heridas de mis errores que el tiempo han dejado en mi sin cicatrizar.

Mi alma está cansada, quebrada y necesita tiempo, y es que al igual que un corazón roto, el alma necesita el tiempo suficiente para sanar y repararse o de lo contrario caerá en un abismo tan profundo de dolor y sufrimiento, que le será muy pero muy difícil salir.

No puedo ver mi alma, pero soy muy consciente de quién soy, lo que soy y lo que siento, de las emociones y sentimientos que más me afectan, y es por eso que sigo aquí y estoy de pie enfrentando cada día y aunque las cosas no salgan como quiero, no puedo convertirme en mi propio enemigo y verdugo porque si de algo estoy seguro es que nadie, absolutamente nadie, podrá llenar el vacío  que solo yo puedo llenar en mi vida, no puedo seguir alimentando miedos y excusas para no cultivar mi amor propio y la felicidad que tanto he anhelado, he buscado y que tanto merezco.

Texto: Enamorarte de la Vida ©2019