La única realidad que existe es la que tenemos dentro de nosotros mismos, pero le ponemos más interés en aparentarle a los demás que somos felices que en verdad serlo.
"Estamos tan acostumbrados a vivir entre apariencias e hipocresías, que nos cuesta trabajo distinguir un corazón honesto"
Vivimos en un mundo donde las etiquetas, formas sociales y exhibición económica determinan nuestra imagen social ante los demás, nos acostumbramos a intercambiar máscaras de apariencia dependiendo del momento y de con quien estemos.
Vivir de apariencias nos hace esclavos de nuestras propias mentiras y nos empuja a comportarnos como realmente no somos y al final, nos queda solo el vació existencial y el cansancio de perder día tras día la confianza en nosotros mismos.
Aprendamos a aceptarnos tal cual como somos y mostrarnos a los demás tal cual como somos, solo así, dejaremos de aparentar y no tendremos por que perder nuestra autenticidad y la oportunidad de ser felices, únicamente por agradar a personas que nunca nos valorarán y nos juzgaran a su conveniencia.
"No vivas de apariencias, siempre cambian.
No vivas de mentiras, al final se descubren.
No vivas para nadie, vive para ti"
0 comentarios:
Publicar un comentario