Antes de empezar a quejarte por las situaciones que te pasan, recuerda que básicamente todo lo que nos pasa bueno o malo es consecuencia de nuestras propias decisiones y acciones. No te quejes de nada y no te amargues por tus fracasos. Nosotros somos los responsables de cada una de las acciones que tomamos en la vida y tenemos que ser conscientes y aceptar que cada una de esas acciones traerá una consecuencia, a veces actuamos por impulso, muchas por error y otras por dolor, a veces las cosas nos salen bien y podemos disfrutar de un logro en la vida pero en otras ocasiones no salen como las esperábamos o como queríamos, lo importante de todo esto es que debemos aprender a aceptar y responsabilizarnos de nuestras decisiones, cada triunfo al que llegamos nos motiva a seguir un camino determinado y cada error o fracaso nos obliga a hacer un alto en ese camino y nos permite replantear y visualizar otros caminos, pero siempre, el triunfo y el error nos deja una enseñanza que debemos aplicar a todos los aspectos de nuestra vida.
Teniendo esto claro, mi pregunta es… ¿de qué nos sirve entonces quejarnos por lo que nos pasa?, Tenemos la mala costumbre de quejarnos por todo lo malo y le atribuimos culpas a los demás y hasta Dios es culpable, pero cuando logramos un triunfo solo es gracias a nosotros mismos y salimos a mostrarlo a todo el mundo para que nos felicite. Somos individualistas y no aceptamos que todo lo que nos sucede es únicamente gracias a nosotros mismos, bueno o malo.
Aceptar la dificultad de edificarnos a nosotros mismos no es más que tomar las enseñanzas que nos da la vida, enfrentarlas con valor y aceptar que solo nosotros somos los únicos autores de nuestra felicidad o de nuestra desgracia.
No te quejes de nada, ni de nadie, porque fundamentalmente tú haz hecho lo que querías con tu vida.
0 comentarios:
Publicar un comentario